Manual de Protección de Funcionarios, de la Secretaría de la Defensa
Oficio, guardaespaldas: discretos, rápidos, brutales
Inteligente, leal, valiente, observador, culto, meticuloso, paciente, decisivo, sensible, confiable, hermético, puntual, agresivo, discreto, cortés, atleta son algunas de las cualidades y virtudes que, de acuerdo con el Manual de Protección de Funcionarios, elaborado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), deben tener los escoltas especializados en la seguridad de empresarios y servidores públicos
El manual está dividido en cinco capítulos: La seguridad; Personal integrante de la escolta; Registros; La protección, y Conducción (de automóviles)El oficio no es para guardaespaldas inexpertos o improvisados, sino para elementos escrupulosamente seleccionados y altamente capacitados con las técnicas internacionales más avanzadas; se trata de hombres dispuestos, física, mental y espiritualmente, a perder la vida en cumplimiento de su misión
El elemento de seguridad —resume el manual— deberá estar siempre dispuesto a defender la integridad física y/o moral (aun con su propia vida) de la persona o personas a su cuidado, no debiendo dudar en repeler una agresión, aun encontrándose en desventaja, pensando en todo momento que el objetivo para el cual fue entrenado es mantener ilesas y en su caso librar de cualquier lesión a la persona o personas encomendadas a su custodia
Este manual fue impreso en octubre 1997, poco más de tres años después del asesinato del candidato del PRI a la Presidencia, Luis Donaldo Colosio En ese entonces, marzo de 1994, el Estado Mayor Presidencial, encargado de la custodia de Colosio, contaba ya con un manual de procedimientos, de 45 páginas, para proporcionar protección a personas públicas; muchos de esos procedimientos fueron violados por la escolta de Luis Donaldo (Proceso 912)
El nuevo manual es de 229 páginas y en la introducción se explica que “hoy en día vivimos dentro de una corriente de cambios, que aun sin nosotros desearlo ni quererlo, trastorna los valores sociales, lesiona instituciones y afecta nuestras raíces históricas y morales, donde surgen extrañas personalidades enajenadas, que provocan un desajuste político, económico, social y cultural, presentándose así una época ajena a la idea de respetar la vida y la condición humana”
Agrega que a nivel mundial se vive una tensión constante debido a un elevado número de atentados “adjudicados a diversos grupos terroristas o a delincuentes lo que provoca desconfianza en las fuerzas de seguridad pública, que la mayoría de las veces son incapaces de garantizar la paz social”
Considera que lo anterior se incrementa por “la crisis económica en la que actualmente se encuentran los países en vías de desarrollo, situación agobiante que induce a la población de escasos recursos a buscar la manera, el método o el sistema para mejorar su estatus, que en el mejor de los casos, está orientado a varias formas lícitas de obtener dinero”
Luego precisa: “Es preponderante hacer la aclaración de que la seguridad de un funcionario no puede dejarse en manos de inexpertos o de quienes tienen nociones de su aplicación, imponiéndose, por tanto, el empleo de personal debidamente instruido que pueda prever y responder adecuadamente a todo tipo de situaciones
“La premisa principal para realizar un trabajo que responda a las exigencias inherentes a la misión de proporcionar seguridad, será la de adiestrar al personal para de-sempeñarse en esta labor, teniendo siempre presente que cualquier esfuerzo, por agotador que sea, nunca se podrá considerar como último y máximo para el fin que se busca”
Casi nada
Parte del aspecto personal que distingue a los escoltas es la conducta que deben observar en todo tipo de actos Los elementos básicos del perfil de su conducta son: discreción, disponibilidad, hermetismo, confiabilidad y propiedad
Describe:
Discreción No llamar nunca la atención, ya sea por vestir llamativamente, hablar en voz alta o por hacer ostentación de sus armas
Hermetismo No entablar conversación con personas ajenas a su servicio, salvo en casos muy obligados, evitando temas relacionados con su actuación dentro del grupo a que pertenece, del grupo en general y de las actividades del funcionario
Propiedad Con la debida diligencia confirmada por su actuación, hará saber a las personas a su cuidado que al tener la delicada misión de garantizar su integridad física y/o moral, no pueden distraerse realizando labores ajenas a ésta (cargar bultos, niños, ayudar a personas discapacitadas, etcétera), que en un momento dado pueden limitar sus movimientos o inmovilizarlo para repeler una agresión
El manual establece que todo agente de seguridad especializado en funcionarios públicos debe tener por principios básicos los siguientes: observador, meticuloso, paciente, sensible, poseer memoria fotográfica y mantener constantemente su capacidad física
Para el cumplimiento de las misiones preventivas —cita el documento—, se requiere que los integrantes de la escolta cuenten con cualidades físicas, morales, psicológicas, intelectuales, capacidad de adaptación que le proporcionen una eficaz capacidad de reacción
Parte de la vida cotidiana del escolta son el ejercicio, las artes marciales, la práctica de tiro con armas de fuego (cortas, largas y especiales), así como permanecer bien informado del acontecer político del país
La aptitud y el rendimiento físicos se miden periódicamente con diversas pruebas: de resistencia (caminata de 20 kilómetros); agilidad (gimnasia y carrera de fondo); de agresividad (seis minutos de combate libre); natación (100 metros de nado libre) y tiro (con pistola y fusil a distancias de 25 metros a 200 metros, respectivamente)
En cuestiones técnicas, debe tener conocimientos en primeros auxilios, conducir toda clase de vehículos, manejar diferentes medios de comunicación y contar con instrucción sobre el funcionamiento de explosivos
Requisito fundamental para que el escolta pueda proporcionar una adecuada seguridad será contar con información relativa a las actividades laborales y familiares del funcionario bajo custodia, así como de toda aquella que pueda afectar su seguridad, “considerando que entre mayor información se disponga, mayores garantías de éxito se tendrá en el cumplimiento de la misión”
En la “residencia” del funcionario, las medidas de seguridad deben ser extremas Tanto con sirvientes, empleados, visitantes y hasta con familiares del servidor público, los escoltas deben ejercer un estricto control, “ya que pueden convertirse en fuentes de información” hacia el exterior
Los escoltas están obligados a vigilar esporádicamente a todos los personajes que entran y salen del domicilio, a fin de conocer sus verdaderas intenciones
Los dispositivos
De acuerdo con el manual, la escolta de un funcionario en actos públicos generalmente opera mediante un dispositivo denominado “diamante”, compuesto comúnmente por 10 elementos, con la posibilidad de aumentar o disminuir según las necesidades
Los integrantes de la escolta se dividen en células —de tres elementos cada una— y se identifican mediante las siguientes denominaciones: jefe de célula, célula de contacto, célula de cobertura o de acompañamiento, célula de recepción, célula de contra-francotiradores y resto del cortejo (conductores y ayudantes)
El jefe de célula es el responsable de custodiar la integridad física del funcionario y encargado de coordinar las acciones imprevistas durante un acto En la formación de custodia siempre irá colocado a la espalda del funcionario
La función de la célula de contacto es hacer una pantalla de protección física inmediata Su colocación es a los costados del funcionario Y los denominados “células de acompañamiento” son parte del segundo cinturón de seguridad alrededor del custodiado La misión de ambas células es brindar una protección de 360 grados del entorno en que se mueve el funcionario
Quien desempeña el papel de célula de recepción es el encargado de inspeccionar y revisar con anticipación las instalaciones (y su entorno) que serán visitadas por el funcionario Por su parte, el de la célula contra-francotirador ocupa puestos de observación alejados de la seguridad inmediata del funcionario Su misión fundamental es: observar, detectar, informar o alertar, según sea el caso En caso necesario, podrá disparar
Sin embargo, la protección para funcionarios no es la misma siempre Para cada acto o evento, las escoltas emplean sistemas de seguridad diferentes, adaptables a la medida de cada circunstancia y momento
No es lo mismo la seguridad que se brinda en automóvil que a pie; en un acto particular u oficial; en un lugar cerrado o abierto También es preciso tomar en cuenta todo lo relacionado con el agresor o los agresores: ¿cuántos son?, ¿qué tipo de armas portan?, ¿cuál es su objetivo?
Por el número de sus integrantes, una escolta puede clasificarse en “simple” y “doble” Las características del primer grupo son que sus efectivos pueden variar de uno a cinco elementos, que se manejan con mayor discreción y que comúnmente son sistemas aptos para actos privados
El segundo grupo de escoltas se caracteriza por que requiere de mayor número de elementos con el fin de establecer un “doble” cinturón de seguridad en torno del funcionario Con este tipo de protección se trata de prevenir riesgos en actos públicos
La naturaleza de la agresión determinará el procedimiento de actuación del personal de seguridad El jefe de seguridad se encargará de proteger con su cuerpo y retirar al funcionario del alcance del agresor, en tanto el personal restante neutraliza al atacante
Debe tenerse sumo cuidado en este tipo de incidentes, ya que en muchos casos la agresión inicial simplemente puede ser una distracción para llamar la atención de la escolta y realizar el atentado por otra dirección
Algunas recomendaciones más para los escoltas: “El funcionario deberá contar siempre con protección en los 360 grados de su entorno inmediato; cada uno de los integrantes de la escolta será responsable de un sector de vigilancia; se evitará al máximo transitar sobre lugares o pasos que faciliten una emboscada; ante un incidente se hará uso de todos los medios disponibles para proteger al funcionario”
“Discretas y brutales”
La oportuna reacción del personal que integra la escolta ante un atentado puede marcar la diferencia para que un incidente controlable se transforme en una acción de enormes y desagradables consecuencias
Por ello —recomienda el manual—, toda reacción de un escolta ante cualquier intento de atentado tiene que responder a tres necesidades: inmediata, adaptada al evento y proporcional Además de que en todo momento se debe tener en mente algo fundamental: proteger la “imagen que el funcionario pretende dar en público”
Precisa:
Inmediata Probablemente la reacción de la escolta se presente una vez que el agresor haya realizado el primer disparo, no obstante lo anterior, la protección al funcionario deberá aplicarse en forma concreta, sin que exista la posibilidad de un segundo intento; este tipo de incidentes se presentan por lo general en segundos de tiempo, debiendo la escolta reaccionar en forma simultánea al acontecimiento, en virtud de que éste posiblemente ha traído como consecuencia que el funcionario haya sido herido o asesinado
Adaptada al evento El ambiente en que se desenvuelve el funcionario, la imagen que pretende dar en público, y la naturaleza de la agresión, determinarán la forma de reaccionar del personal de seguridad, la cual puede ir desde una pequeña acción “discreta”, que la mayoría de las veces no es detectable a efecto de no dañar la imagen del funcionario, hasta la reacción contundente y brutal para frustrar un ataque de mayores proporciones
Proporcional Toda reacción que se pone en ejecución debe estar acorde con las medidas empleadas por el agresor para llevar a cabo su propósito, el efectivo de que se disponga por parte del servicio de seguridad y el número de infractores, así como el efecto que se pretenda alcanzar con la aplicación de esta reacción; ya sea disuadir, neutralizar o destruir
En un automóvil, sobre todo sin blindaje, los funcionarios están todavía más expuestos a sufrir atentados, considera el manual de la Sedena
La emboscada —señala— es la táctica terrorista favorita para cometer asesinatos o secuestros de servidores públicos Por lo mismo, es recomendable que la custodia en movimiento se realice en convoyes, con dos vehículos escolta, uno por delante y otro por detrás, para proteger el auto en que viaja el funcionario
Regla general es que entre los vehículos de la caravana se debe conservar la distancia necesaria para que el automóvil del funcionario pueda desplazarse a cualquiera de sus costados sin dificultad, a fin de alejarse del agresor
El ataque móvil clásico se efectúa en motocicleta con dos personas (el conductor y el tirador) Para evitar este tipo de ataques, ambos vehículos escolta deben abrir sus puertas traseras para impedir el paso de sospechosos
En el caso de un atentado desde otro automóvil, el convoy de seguridad deberá realizar diversas maniobras para contrarrestar cualquier ataque: en el acto, el vehículo del funcionario debe hacer alto total y la escolta de la parte trasera debe embestir el vehículo del agresor con el fin de moverlo del plano de acción Para hacer frente a las emboscadas, el manual dice que la mejor vacuna será la pericia y habilidad del escolta para conducir el vehículo
Las amenazas a que frecuentemente están expuestos los funcionarios públicos, según el manual, se clasifican en riesgos de acción directa y riesgos de acción indirecta
Los de acción directa van dirigidos específicamente en contra del funcionario, con el fin de afectar su dignidad, honor, moral o integridad física Los de acción indirecta causan daño a personas o cosas estimadas por el funcionario (familia, amigos, colaboradores directos o bienes), con la intención de afectarlo anímica, moral o psicológicamente
Para prevenir este tipo de riesgos, el manual sugiere la aplicación de algunas medidas de seguridad adicionales: “Cambiar los horarios de arribo al lugar de trabajo y al domicilio; los lugares de estacionamiento y todo aquello que pueda tornarse cotidiano o costumbre, como asistir al mismo bar, de compras a las mismas tiendas los mismos días o adquirir el periódico en el puesto de siempre”
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